El mate es una de las bebidas que más se consumen, no solo en Argentina, sino en gran parte de toda Sudamérica. Es por esta razón que hay una gran variedad de mates y de tipos de yerbas que se pueden encontrar en el mercado, con diversas características, dependiendo de las preferencias de los usuarios.
Uno de los mates más tradicionales que se pueden encontrar son los de calabaza y los de madera, que son de origen orgánico. Precisamente por esta razón, es necesario llevar a cabo un proceso de curado que permita usar el mate correctamente durante más tiempo y que permita que el interior del mate no se pudra ni se eche a perder con los primeros usos. Además, otra ventaja de realizar bien el curado de un mate de madera o de calabaza es que se cuida la higiene de estos utensilios de cocina.
Por lo tanto, si te interesa saber más sobre cómo realizar correctamente este proceso y cuáles son sus beneficios, a continuación te contaremos detalladamente el paso a paso y cómo elegir el mate adecuado para ti. En Tiendamia hay una gran variedad de mates de todo tipo que puedes comprar directamente a domicilio por un precio muy conveniente.
Como ya lo mencionamos, el punto más importante por el que se debe curar un mate de madera es por la higiene. Al realizar este procedimiento, se eliminan las bacterias presentes en la fabricación del mate y se esteriliza para que sea apto para el consumo humano. Además, otra ventaja es que se adapta la madera para poder estar en contacto con la humedad de la yerba durante más tiempo, lo que alarga la vida útil del sobre el curado de los mates de madera o de calabaza es que después los mates tienen mucho mejor sabor. Por lo que es posible sentir mejor el gusto de la yerba, e incluso hay maderas como la de pino o las oleaginosas que aportan un toque particular al gusto final del mate.
Hay distintos métodos que indican cómo limpiar mate, dependiendo de si se va a tomar amargo o con azúcar / edulcorante. Esto se debe a que el sabor puede cambiar, por lo que los procedimientos son bastante distintos.
Si quieres curar un mate amargo, los pasos a seguir son los siguientes:
Lavar bien el mate por dentro con agua hirviendo para desinfectarlo y también para sacar el polvo y las astillas que pudieran haber quedado adentro.
Llenar el mate con yerba. Algunas personas recomiendan usar yerba que haya sido usada anteriormente, ya que esta tiene menos polvo. Pero tiene que ser yerba capaz de absorber algo más de humedad, por lo que no debería ser yerba demasiado usada. También se puede usar yerba nueva sin problemas.
Llenar con agua tibia el mate y esperar a que la yerba absorba esta agua. El mate debe quedar completamente cubierto con yerba, hasta la altura a la que llega el agua. Por lo tanto, si falta yerba para absorber el agua, hay que agregarla, a fin de evitar que no quede agua con yerba flotando.
Dejar reposar la yerba húmeda durante 2 días completos. Lo recomendable es dejar el mate en un lugar seco, a fin de evitar que se forme moho, pero es importante que la yerba se mantenga siempre húmeda, por lo que hay que agregarle agua cuando corresponda.
Luego de los 2 o 3 días, se debe tirar la yerba húmeda y lavar bien el mate para sacar cualquier resto que haya quedado adherido. Ahí ya está listo para usar, pero luego de este proceso es recomendable dejarlo secar bien al sol.
El procedimiento para curar un mate dulce es el siguiente:
Lavar bien con agua hirviendo.
Echarle azúcar (tiene que ser azúcar sí o sí, no puede ser edulcorante). No echar mucha, con unas 2 o 3 cucharadas alcanza.
Agitar el mate con el azúcar adentro para que se adhiera a las paredes del mate, como una costra.
Esperar hasta que el azúcar se seque por dentro del mate adherida a las paredes.
Quemar el azúcar con una brasa. Para ello se debe colocar la brasa dentro del mate y agitarla a fin de que vaya quemando el azúcar. Repetir este proceso hasta que el mate quede bien uniforme por dentro.
Echar yerba húmeda y enjuagar el mate con agua caliente. Después lavar el mate para sacar los restos de suciedad y volver a colocar yerba y agua tibia hasta el tope.
Dejar reposar el mate durante al menos un día.
Sacar la yerba, dejar secar el mate y ¡usarlo!
Después de haber realizado estos procedimientos, a fin de mantener el mate en óptimas condiciones, es importante enjuagarlo y dejarlo en un lugar seco para que no se le forme moho o se junten bacterias. De esta forma, también es posible conservar mejor el gusto del mate, ya que después de un tiempo de uso, comienza a absorber el sabor de la yerba y los mates pueden salir mucho más ricos.
En conclusión, lo más importante es mantener siempre el mate seco luego de usar, ya que es la humedad la que los echa a perder. Además, es importante usarlo seguido, a fin de que la madera se hinche con el agua caliente y la yerba. Si se deja reposar mucho tiempo, al volver a echarle agua caliente, el mate podría agrietarse y romperse.