Si hay un mercado de productos tecnológicos que nunca parece pasar de moda es el de las cámaras. Constantemente, personas que ya se dedican a ello o que no se habían planteado con anterioridad dar una oportunidad a su ojo de fotógrafo, deciden comprar sus propias cámaras fotográficas.
Claro que la enorme cantidad y variedad de marcas y modelos disponibles hace que, especialmente para los novatos, no resulte fácil decantarse por una cámara específica y la elección acabe llevando unas cuantas semanas, incluso meses. La buena noticia es que, una vez elegida la que mejor puede ajustarse a las necesidades, es muy fácil adquirirla a través de plataformas como Tiendamía.
Aprovechando las ventajas de este portal, como la posibilidad de acceder a modelos de cámaras que en principio no están disponibles en países de Latinoamérica pero sí en los Estados Unidos, o que lleguen cómodamente a la casa del cliente, ha cambiado la forma en la que éstas se compran.
Volviendo a la primera dificultad, si estás interesado en transformarte en fotógrafo o ya lo eres pero pretendes mejorar la calidad de tus tomas y tus trabajos, probablemente querrás saber algo más respecto de las principales marcas de cámaras fotográficas del mercado, o cuánto deberías invertir para tener una de buena calidad y ayudar al desarrollo de tus habilidades en el tema.
Una de las preguntas iniciales que seguramente tienes es cuáles son las mejores marcas. Más allá de que hay algunas que están entre las más renombradas, eso no siempre coincide con las prestaciones que pueden entregar estos equipos. La buena noticia en el caso de la fotografía es que, para alivio casi de todo el mundo, las marcas de cámaras de fotos más conocidas también son las mejores.
La japonesa Nikon, previamente llamada Nippon Kogaku Kogyo, tiene más de un siglo de historia. Surgió en el año 1917 de la unión de dos grandes empresas ópticas y se volvió una potencia indiscutible durante la II Guerra Mundial, pero dedicándose entonces al material óptico.
En la actualidad se ha centrado en las cámaras DSLR, alcanzando una posición líder en el mercado. Solamente Canon puede competirle en números, y muchos de sus modelos son altamente famosos.
La otra gigante japonesa fue pensada para mejorar las lentes de las cámaras fotográficas, por lo que está dentro del sector desde su nacimiento a diferencia de su principal rival. Llamando a varias cámaras con nombres de las religiones locales, ha dominado la categoría junto a Nikon.
Sony es la tercera y cuenta con la particularidad de que además vende todo tipo de tecnologías. Evitando enfocarse únicamente en las cámaras, es la que mejor parece haberse adaptado a nuevas demandas por parte de los usuarios, como el requisito de poder grabar vídeo de máxima calidad.
Al igual que Sony tiene un amplio catálogo de artículos tecnológicos, entre ellos cámaras de fotos. Esta firma comercializa bajo la familia Lumix y destacan sobre todo sus cámaras EVIL.
Olympus se posicionó como una compañía a tener en cuenta en fotografía a finales de los años ´50. Se debió a la presentación de las cámaras PEN, una auténtica revolución en aquella época. Algo similar pasaría casi medio siglo más tarde al lanzar el sistema “Cuatro Tercios”, junto a Kodak.
Como es de esperarse, las cámaras fotográficas profesionales tienen algunas características que rápidamente las diferencian de las que usan quienes recién se están metiendo en esta temática. Podemos diferenciar entre cámaras réflex -con objetivos intercambiables- de tres grupos.
Existen cámaras réflex de aficionado, semiprofesionales y profesionales, las que interesan ahora. Básicamente, las últimas se distinguen de las anteriores en todos los aspectos en los que pueden. Primero, porque vas a ver publicidad de estos modelos y no de los orientados a los aficionados.
Pero luego aparecen los detalles técnicos de los mejores lentes cámara USA, y muestran cómo normalmente una réflex profesional no baja de los 18 MP o megapíxeles, incluyen sensores grandes, con baterías que aguantan hasta dos o tres veces y tienen pesos más elevados.
De hecho, a simple vista se puede saber de qué tipo de cámara se trata con ver sus dimensiones. Muchas veces, los profesionales toman fotografías ayudados por accesorios como trípodes, sacando el máximo provecho de la estabilidad que estos soportes le otorgan a la captación de información.
Asimismo, como hay profesionales que se dedican a los viajes, paisajes y deportes extremos, comúnmente estas cámaras vienen con protecciones adicionales contra los factores externos. Descubrirás que las profesionales tienen al menos 10 FPS o fotogramas por segundo en uno de sus modos estrella, como lo es el de disparo en ráfaga. Y así tantas otras cosas que las alejan.
Navegando en Internet hallarás más datos sobre los lentes de cámara todo lo que necesitas saber pero, por el momento, tienes que ser consciente de que una cámara profesional cuesta 2.000 euros aproximadamente. Eso depende de los accesorios y el modelo. Es un estimativo.
Estos valores no escalan de forma lineal y, como varios otros productos, las cámaras profesionales se han encarecido últimamente. Las inversiones mínimas en ellas son de 500 euros, intermedias alrededor de los 1.000 euros y una cámara profesional se sitúa más cerca de los 2.000 euros.
No es que una cámara de 5.000 euros tome fotos 10 veces mejores que las de una de 500 euros. Realmente no funcionan así las cosas. Pero el experto sabrá apreciar las diferencias entre ellas.
En este punto, todo lo que queda es interiorizarte sobre en qué destaca cada marca y modelo, averiguar acerca de los tipos de lentes de cámara disponibles para cada una de ellas y elegirla.