Todos nos hemos divertido en algún momento de nuestras vidas con juegos de mesa. Gracias a esta sana forma de entretenimiento es muy fácil alejar a los chicos de las pantallas interactivas de los celulares, tablets o computadoras, un mal que aqueja a muchas familias a lo largo del mundo. Justamente para tener un momento distinto, los juegos de mesa llegan para cumplir a la perfección con esto y mejorar las relaciones entre las familias y los amigos.
Mediante esta clase de actividades, los más chicos comenzarán a adentrarse de a poco en el mundo adulto, aprendiendo a respetar reglas, a que no todo les saldrá justo como lo planearon, a tolerar frustraciones, etc.
Para que entiendas a la perfección la importancia de un buen juego de mesa, acá te hablaremos de todo eso y, al final, conocerás varios para que compres en portales que te los llevan a casa, como Tiendamia, y empiecen a jugar en familia.
En la gran mayoría de los juegos de mesa se compite entre jugadores, de manera que lógicamente no todos pueden ganar. En general, los chicos saben transitar los momentos de victoria mas no así los de derrota, puesto que sufren en demasía cuando no logran ser los primeros. En otros casos, hay chicos que compiten con excesivo empeño y terminan comportándose de manera burlona con los perdedores, algo por supuesto inadmisible.
Con los juegos de mesa es más fácil trabajar estos aspectos y corregirlos en poco tiempo, enseñándoles que no siempre lo más importante es ganar sino la experiencia propia de estar compitiendo y pasando un buen momento entre varias personas. Cuando juegues con tus hijos vas a poder ayudarlos a transitar la derrota para que puedan perder con elegancia y ganar con sobriedad.
Además de los competitivos, hay otros juegos de mesa en los cuales se busca la cooperación entre jugadores para llegar a un objetivo común. Esto les enseña a los chicos que el trabajo en equipo puede ser la única manera de lograr una meta, evitando el exceso de individualismo. Tal es así que hasta en los juegos en oferta más competitivos hay momentos de ayuda mutua para que todos obtengan una experiencia más gratificante.
Todos los juegos de mesa implican la resolución inmediata de un problema, siendo generalmente ese el objetivo del juego. Que los chicos aprendan esto será fundamental para la vida escolar y general de la persona a futuro, puesto que estamos hablando de un contexto adverso en el cual tendrán que esforzarse al máximo para solucionar los retos que se presenten en el juego y ser los vencedores. Es clave que conozcan el método “prueba y error” sobre todo a corta edad.
Cuando la situación ha sido analizada y cada jugador sabe en qué posición se encuentra, es momento de tomar decisiones. Es menester actuar en base al conocimiento y ser responsable de los actos, viendo después si las acciones dieron los resultados deseados o no.
Los juegos de mesa trabajan muy fuerte la autonomía personal y la responsabilidad de los actos. Asumir riesgos y confiar ciegamente en uno mismo son solo algunos de los puntos muy importantes que esta clase de actividades enseñan.
Antes de empezar a jugar, es innegociable la comprensión y aceptación de las reglas por todos los participantes. Sin esto es imposible que la actividad se desarrolle de la manera correcta, ya que en cualquier momento alguien podría enojarse sin motivo creyendo que lo están perjudicando de manera repentina.
Cuando los chicos comprendan esta parte esencial del juego (y de la vida), estarán comprendiendo que la aceptación y respeto por las reglas es indispensable a la hora de relacionarnos humanamente y socialmente. Los niños terminan entendiendo que hacer trampa no es algo divertido ya que terminará haciendo enojar a los amigos o al resto de la familia.
El Jenga es uno de los juegos de mesa más populares en el mundo y sobre todo en nuestro país, tanto es así que ha sido jugado en televisión abierta hace unos cuantos años. Requiere de mucha habilidad física, estrategia y al menos una pizca de suerte para vencer a tus amigos. Actualmente lo comercializa Hasbro a precios económicos si consideramos las horas de diversión que da.
Cada jugador se turnará para extraer un bloque de la torre y colocarlo en la parte alta de manera diferente al sentido establecido en el piso anterior, creando una estructura cada vez más inestable a medida que el juego avanza. Perderá aquel que, por su torpeza o inhabilidad, termine derribando la torre.
El “¿Adivina Quién?” viene en formato cartas o tableros, siendo este último el modelo más clásico y recomendado para tener una experiencia de juego perfecta. Acá, cada jugador elegirá un personaje secreto y, mediante preguntas solo contestadas con “sí o no”, intentará adivinar el personaje de su contendiente. Si erras la respuesta final luego de una serie de preguntas, perderás la partida.
Con el modo campeonato, se puede desafiar al rival a 5 partidas para determinar quién es el verdadero campeón.
Otro clásico imperdible perfecto para que todas las familias pasen horas a pura diversión y se enojen entre risas cuando les hagas sumar cartas. Al basarse en colores y números es muy fácil de aprender, por lo cual en minutos hasta los más chiquitos sabrán jugar al UNO. El objetivo es que no te quede ninguna carta en la mano, y para eso habrá que combinar los colores y números de las cartas que vayan tirando para que seas el primero en no tener ninguna. Es fundamental que, cuando te quede una, grites “¡UNO!” para evitar que otra persona te haga agarrarte 2 cartas del mazo.
A medida que el juego avance, tendrás que diseñar estrategias y saber en qué momento lanzar la carta para saltar, revertir, robar dos, comodines, o los siempre codiciados +4. Es perfecto para jugar entre adultos, adolescentes y niños de más de 6 años.
Por su elevado nivel de dificultad, estos dos juegos de mesa no son recomendados para personas menores de 16 años.
El Scrabble es un juego de mesa de dificultad relativamente alta en el cual cada jugador hará lo posible para sumar puntos construyendo palabras en un tablero de 15x15 casillas. La creación de las palabras es bastante libre, ya que se pueden formar de manera horizontal, vertical y pueden cruzarse para sumar más puntos. Como dato clave, cada palabra debe figurar en un diccionario.
Puede ser jugado entre dos, tres o cuatro jugadores (generalmente dos). Cada participante recibe un número determinado de fichas extraídas de manera completamente aleatoria y tienen su valor, por lo cual cada palabra sumará puntos en base al puntaje que tenga cada letra empleada.
El T.E.G, también conocido por su nombre real como Plan Táctico y Estratégico de la Guerra, es un extraordinario juego de mesa para jóvenes de una edad superior a los 16 años o que simplemente tengan pasión por el mundo bélico, las conquistas y los asuntos geopolíticos. Se lanzó en el año 1976 y fue un éxito rotundo, puesto que solamente el Risk había planteado algo similar. Acá se genera un conflicto en un planisferio dividido en 50 países elegidos al azar mediante tarjetas.
Para empezar la partida, los jugadores se reparten los países mediante de manera aleatoria y los ocupan con fichas de cada color. A diferencia del Risk, acá hay objetivos secretos que solamente conoce cada persona y no el resto de jugadores. El objetivo general es el de ocupar 30 países, algo bastante difícil de lograr ya que serán varios quienes busquen lo mismo.
Ganará el primero que cumpla su objetivo secreto o el común.
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