Historia y evolución de las lámparas de lava
Seguramente hayas visto alguna vez las famosas lámparas de lava o Lava-Lamp. Estas lámparas se pusieron muy de moda hace unos años, pero en realidad tienen más de 50 años de su creación. Sin dudas es una lámpara muy llamativa, con sus burbujas de aceite y cera, que flotan en agua, subiendo, bajando y cambiando de forma. A continuación te contamos un poco acerca de la historia de estas lámparas vintage.
Edward Craven Walker fue un británico que inventó las lámparas de lava en el año 1964. El 18 de marzo de ese mismo año se presentó la patente de la Lava-Lamp, que se publicó como GB1034255 en la empresa Crestworth Ltd. en Inglaterra.
Orígenes
La idea original de la lámpara de lava consistía en un envase transparente donde se desplegaba una especie de burbujas o glóbulos hechos con una mezcla que tenía aceite y cera flotando sobre agua. El calor de la bombilla que se encontraba en la base hacía que esas burbujas vayan cambiando de forma y moviéndose por el espacio. La bombilla proporcionaba luz además del calor para que se muevan las burbujas. Las burbujas de la lámpara de lava pueden ser de uno o más colores, y lo mismo el agua puede estar teñida por algún color diferente. La “receta” con que está hecha la mezcla de aceite y cera es un secreto, aunque se sabe que contiene parafina y aceite de origen mineral, haciéndose fluida cuando alcanza los 40 y 50°C.
Evolución
La patente de los inicios fue complementada tres años después con la GB 1186679. En la primera versión de la lámpara se advierte que algunos usuarios podrían impacientarse en el período de calentamiento inicial, y se advierte que si se deja la lámpara encendida por un período de tiempo extenso, podría llegar a partirse en gotas pequeñas por el recalentamiento de la misma. Así también se hace la advertencia de que en climas fríos el agua que las contiene podría congelarse.
La nueva patente pudo resolver todos esos inconvenientes al mezclar el agua con un aditivo líquido que es miscible con agua y puede elevar el coeficiente de la expansión cúbica térmica del agua. A esa mezcla se le agregó un anticongelante tipo glicol.
Diseños populares de lámparas de lava para el hogar
En la actualidad, podrás conseguir distintas variantes de la clásica lámpara de lava, que son más modernas, como por ejemplo la lámpara de lava con medusas, que dejará maravillado a más de uno, pensando en cómo metieron pequeñas medusas de colores dentro de la lámpara. Y la realidad es que se trata de una lámpara led, y las medusas no son reales.
Otro ejemplo de lámparas de lava modernas es la lámpara tornado de agua, que también funciona con luz led, y en la lámpara se forma un pequeño tornado de agua en la parte superior, en colores.
¿Cómo funcionan las lámparas de lava?
Las lámparas de lava funcionan en base a dos principios científicos, que son por un lado la densidad, y por el otro la polaridad intramolecular.
La densidad consiste en una medida de toda la cantidad de masa que haya en una unidad de volumen determinada de una sustancia. Como ya sabemos, aceite y agua no se mezclan, entonces el aceite flota en el agua debido a que es más denso que el agua.
La polaridad molecular, por otro lado, es una de las propiedades de las moléculas que representa lo relativo a la separación de cada carga eléctrica dentro de la misma molécula. De esta forma podemos decir que las lámparas de lava se basan en el fenómeno de la polaridad intermolecular, lo que significa que las moléculas de agua se atraen por otras moléculas de agua y las moléculas de aceite son atraídas por otras moléculas de aceite.
Al tener estructuras distintas, las moléculas del agua y del aceite no se pueden mezclar entre sí.
Comercialización de las lámparas de lava
En sus orígenes, las lámparas de lava se comercializaban sobre una base dorada de grandes dimensiones que tenía agujeritos para que imiten las luces de las estrellas. Se pusieron muy de moda en la época de la música psicodélica y siguen vendiéndose hoy en día.
En Europa se llegó a comercializar como la Astro Lámpara. En el año 1965 hubo dos empresarios que vieron la lámpara en una feria alemana y compraron los derechos para fabricarla en Estados Unidos. Desde ese momento se fabrica en Chicago con el nombre de lámpara LavaLite.
En el año 1990, Cressida Granger y su empresa Mathmos compraron las acciones de Walker en su totalidad e hicieron que subieran las ventas de las lámparas hacia el año 1998, con la mitad de sus ventas destinadas a Alemania. Su empresa recibió premios y reconocimientos.
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