Argentina es un país que tiene muchas características propias que lo hacen único a nivel mundial. La relación que tenemos con el fútbol y la pasión que despierta en gran cantidad de personas, es una de ellas.
Los campeonatos del mundo se viven con fervor y fanatismos. Generalmente son motivo de reunión entre amigos y familia y cada partido ganado alberga la esperanza de una nueva copa en este torneo.
En el año 78, la copa mundial de fútbol se llevó adelante en nuestro territorio y tuvo la particularidad de contar con una mascota icónica que aún hoy sigue siendo recordada.
Si eres parte de la generación que no ha podido vivir de cerca este evento deportivo, aquí te contaremos todo lo que debes saber sobre el peculiar personaje de la primera copa del mundo que ganó la selección argentina.
Cada cuatro años, se celebra el evento más importante dentro del mundo futbolístico en el que se enfrentan 32 equipos de todo el mundo, previamente clasificados, en búsqueda de la copa del torneo.
Las sedes varían en cada evento y junto a ellas las mascotas del torneo que, generalmente, están relacionadas a la cultura del país anfitrión. El último mundial se desarrolló en Qatar, un país musulmán que propuso de mascota a Laeeb.
Si eres de los que aún hoy se pregunta ¿Quién es Laeeb? De seguro es porque has pasado por alto la simpática figura con turbante que se ha utilizado en el mes del campeonato.
Ya ves, cada mundial cuenta con una de estas figuras y el torneo del año ‘78 no fue la excepción. Ese año, la mascota estuvo caracterizada por Gauchito, un niño con pañuelo en el cuello, sombrero de campo y botines. Fue diseñado por Hugo Casaglia, con la intención de rendir homenaje a los gauchos, la figura icónica y representativa de la cultura argentina.
El icónico personaje fue creado en el estudio de Miguel Garci Ferré, artista gráfico y creador de un universo de historietas que tomó mucha relevancia en los años ‘70 de la mano de Larguirucho, Oaky, Hijitus y Pucho, entre otros.
En el 2022, a 44 años de su creación, Gauchito hizo una nueva aparición en público durante la ceremonia de apertura del último mundial de fútbol transcurrido en el país asiático.
Allí, se rindió homenaje a las mascotas de los mundiales pasados, entre ellos, Gauchito que apareció con la remera celeste y blanca junto al sombrero con el nombre del país.
Como ya hemos comentado, la figura de Gauchito buscaba combinar el fútbol y la figura del gaucho en un único personaje que fuera amigable y aceptado por la gente.
En cierta medida el objetivo fue logrado dado que a nivel local lograron generar mucha identificación y por lo tanto aceptación. Con frecuencia podía encontrarse la figura de este niño en todo tipo de merchandising que iba desde llaveros, cuadernos, tazas, vasos y un álbum de figuritas propio.
Incluso llegó a contar con una personificación que estuvo a cargo de Gabriel Nievas, un niño mendocino de 6 años que apareció vestido de gaucho en el estadio Malvinas Argentinas, mostrando un impresionante parecido con el personaje creado por Hugo Casaglia
Sin embargo, a nivel internacional, resultó algo controversial este personaje dado que muchos sostenían que era muy similar a la mascota presentada en el mundial de 1970 desarrollado en México y apodado Juanito.
En ambos casos se trataba de niños con una postura corporal similar, una pelota en sus pies y un sombrero en su cabeza con el nombre del país anfitrión. Lo cierto es que, aunque quizás sea cierto que tengas algún parecido, a nivel conceptual representan cosas diferentes, propias de cada cultura.
Como hemos mencionado, durante estos torneos masivos que convocan personas de todo el mundo y acaparan la atención de diversos países, la mascota se convierte en un ícono representativo de la cultura del país anfitrión.
Es la posibilidad que tiene el equipo organizador de mostrar un poco más sobre sus costumbres, aquello que lo hace único por sobre otras naciones. Por este motivo, la creación de la mascota no es tarea fácil, debe ser algo que verdaderamente genere identificación en el pueblo representado y simpatía en el resto de los países que lo contemplen.
A su vez, el concepto debe ser claro y visible, que remita a algo concreto. Así sucede, por ejemplo, con Gauchito, la imagen del niño que da cuenta de la importancia que tiene este deporte en Argentina para muchos niños. A su vez, este personaje, también representaba, a través de sus accesorios (el gorro y el pañuelo), la cultura gauchesca que tanto ha marcado nuestra historia.
La creación de cada uno de estos personajes siempre queda a cargo del país anfitrión porque nadie mejor que ellos para representar a su país a través de una ilustración. En nuestro caso, el encargado de llevar adelante este trabajo fue el estudio de Miguel Garci Ferré bajo la mano del dibujante Hugo Casaglia.
En otros mundiales, por su parte, las mascotas han sido animales autóctonos de cada territorio, y otras veces, como sucedió en el mundial del ‘90 transcurrido en Italia se ha tratado simplemente de una figura sin rostro.
Lo mismo sucedió con las mascotas creadas para el mundial del 2002, desarrollado en Corea- Japón. Aquí, se trataba de muñecos con rostro que no tenían apariencia humana.
En estos últimos dos ejemplos, se ha tratado simplemente de figuras que buscaban lograr representatividad del país anfitrión a través de simbolismos más abstractos que igualmente captaban la esencia de la cultura de ese territorio.
Para las personas que han vivido el mundial 78, Gauchito será un personaje eternamente recordado por su simpatía y por la enorme representatividad que pudo lograr para los argentinos durante ese mundial.